miércoles, 6 de julio de 2011

NOTICAS:

Noticias de siria:
Siria sigue inmersa en una ola de violencia. El gobierno sirio ha enviado más tropas a la ciudad Yisr al Shogur, donde el lunes murieron al menos 100 militares. La televisión estatal transmitió imágenes de al menos cinco soldados muertos. La policía afirmó que fueron víctimas de una "emboscada tendida por bandas armadas". Pero los residentes y activistas en contra del gobierno creen en una posible sublevación dentro del propio Ejército.
Opositores al regimen de Asad, que organizan el transporte de heridos desde Yisr al Shogur a Turquía, consideran la hipótesis de que algunos militares podrían haber sido asesinados por sus compañeros después de que se negaran a disparar contra civiles.
Grupos sirios piden que se investigue la muerte de civiles
Varios grupos sirios y de derechos humanos instaron el martes al máximo tribunal de crímenes de guerra del mundo a investigar la muerte de más de 1.000 civiles en las protestas contra el presidente sirio, Bashar el Asad.
La oficina del fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) confirmó haber recibido la petición, pero indicó que su jurisdicción sólo cubre crímenes cometidos en Siria por ciudadanos de estados signatarios del tribunal.
"Hemos documentado un gran número de muertes, heridos, desapariciones forzosas y detenciones arbitrarias", indicó el abogado Yaser Tabara, que trabaja habitualmente en EEUU. "Estos son crímenes que pueden catalogarse como crímenes contra la humanidad porque eran política de estado, extendidos y sistemáticos", añadió.
Grupos de derechos humanos, tanto sirios como internacionales, dicen haber recibido esperanza por la rapidez de la fiscalía de la CPI al pedir el arresto del líder libio Muamar el Gadafi y otras personas por la violencia en ese país del norte de África, y su voluntad de investigar sucesos en Costa de Marfil y Kenia.


http://es.noticias.yahoo.com/comienza-la-ofensiva-rebelde-en-el-oeste-libia-082158402.html
Los rebeldes libios lanzaron este miércoles una ofensiva contra las fuerzas de Muamar Gadafi para reconquistar una zona que los acercaría a Trípoli, ocupando poco después la aldea de Gualich, a unos 50 kilómetros al sur de la capital.
Poco después, la ministra de Relaciones Exteriores sudafricana, Maite Nkoana-Mashabane, afirmó que Gadafi planea mantenerse al margen de las negociaciones sobre el conflicto en su país con el fin de facilitar una salida negociada, mientras el secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen, confirmaba que los países de la OTAN se entrevistarán el 13 de julio con representantes de la rebelión libia.
Armados por los franceses y con el camino despejado por los últimos bombardeos de la OTAN, los rebeldes tomaron Gualich, hicieron retroceder a las tropas de Muamar Gadafi y capturaron a varios mercenarios que formaban parte de las mismas, constató un colaborador de la AFP. Varios de estos soldados dijeron venir de Ghana o Mali.
Tras varias semanas en las que la guerra parecía empantanada, los rebeldes lanzaron la ofensiva que llevaban días anunciando. "Esperábamos antes de lanzar este ataque, obtuvimos finalmente luz verde de la OTAN esta mañana (miércoles) y la ofensiva comenzó", declaró un miembro del comité revolucionario de Zenten, a 120 kilómetros de Trípoli.
La OTAN anunció este miércoles que había destruido seis vehículos militares, incluidos cuatro tanques de las fuerzas de Gadafi en Gharyan.
El sábado, la Alianza Atlántica dijo haber intensificado sus bombardeos en el oeste, donde destruyó unos cincuenta blancos militares durante la semana.
Además del apoyo aéreo de la OTAN, los rebeldes de las montañas bereberes recibieron recientemente armamento que Francia les lanzó en paracaídas en las montañas de Nefusa. Pero París ha dejado de efectuar estos lanzamientos de armas, que fueron motivo de discrepancias en la coalición internacional, en particular de Gran Bretaña, y reforzaron las críticas de los opositores a la intervención armada, sobre todo de Rusia.
Desde el 15 de febrero, el conflicto en Libia ha causado miles de muertos y el éxodo de cientos de miles de personas, según diversas agencias de la ONU.
Por su parte, un juez instructor libio anunció este miércoles en Trípoli que 21 miembros del CNT, órgano político de la rebelión con sede en Bengasi (este) serán juzgados en las "próximas semanas" por un tribunal especial.
En el plano diplomático, Gadafi "dijo que no quiere obstaculizar un posible arreglo y que, por ende, se mantendrá al margen de las negociaciones", declaró la ministra de Relaciones Exteriores de Sudáfrica, Maite Nkoana-Mashabane, en una rueda de prensa, después de que unos emisarios de Gadafi tomaran contacto con el presidente sudafricano, Jacob Zuma.
Zuma forma parte de un equipo de negociadores designados por la Unión Africana (UA) para hacer adoptar un plan de paz regional que ponga fin al conflicto libio. Hasta ahora, este plan ha sido rechazado por los insurgentes, quienes insisten en que primero Gadafi debe dejar el poder.
El plan de la UA llama a ambas partes a llevar a cabo discusiones y plantea el despliegue de una fuerza de paz multinacional organizada por la ONU para supervisar un alto el fuego.
Por su parte, el número dos del CNT anunció el martes en Ankara que los insurgentes tenían graves problemas financieros. El grupo de contacto sobre Libia, integrado por todos los países participantes en la campaña de la OTAN contra el régimen de Gadafi, adelantó que los problemas financieros de la rebelión serán el tema central de su cuarta reunión, el 15 de julio en Estambul.
Dos días antes, la OTAN "mantendrá una reunión informal con (...) representantes del CNT", declaró Rasmussen.
Según varios diplomáticos, dichos representantes también se reunirán con dirigentes europeos, empezando por el presidente de la UE, Herman Van Rompuy.
La jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, ya se entrevistó con un enviado del CNT en Bruselas, pero no ha habido encuentros de ese tipo con dirigentes de la OTAN hasta el momento.

Rasmussen defiende que la OTAN no intervenga en Siria por la falta de resolución 

El Secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, afirmó este viernes que la organización está 'progresando' en las operaciones contra las tropas del líder libio, Muamar Gadafi, y defiende que la organización no actúe en Siria debido a la falta de acuerdo de la comunidad internacional, ya que la ONU no ha aprobado ninguna condena al régimen sirio

En una entrevista para TVE recogida por Europa Press, el secretario general explicó los avances de la OTAN en Afganistán, donde el traspaso de poderes a las fuerzas de seguridad afganas comienza este verano, y la reestructuración que está sufriendo la organización para reducir gastos en burocracia y reinvertirlos en seguridad.
'Hemos asistido a acontecimientos inesperados en el norte de África y en Oriente Próximo, tras ellos el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptó una resolución histórica para proteger a los civiles en libia contra los ataques de su propio Gobierno y la OTAN decidió asumir la responsabilidad de dicha operación', señala Rasmussen.
El secretario general explica que la alianza ha realizado 10.000 salidas, ha destruido 2.000 instalaciones militares importantes y ha degradado la maquinaría militar de Gadafi 'poniendo más presión militar, que junto con la presión política, tiene que llevar al colapso del régimen de Gadafi'. 'Estamos progresando', añade.
'Gadafi ya no puede lanzar ataques masivos contra su población y su círculo está empezando a abandonarle, mientras la comunidad internacional apoya a los opositores', indica Rasmussen, que considera que la hoja de ruta aprobada por el Consejo Nacional de Transición tras la caída de Gadafi es 'muy creíble'.
El secretario general señala que el Gobierno libio no ha cumplido sus promesas y que 'la única forma de avanzar a una transición pacífica a la democracia es que Gadafi y su régimen dejen el poder'.
'Una vez que Gadafi abandone el poder, la ONU debe liderar los esfuerzos que se hagan en el período post Gadafi a la hora de ayudar al pueblo libio para realizar esa transición hacia una democracia', explica Rasmussen. El secretario general asegura que no prevee tropas de la OTAN sobre territorio libio.
El secretario de la alianza pidió a los países miembros que fueran 'flexibles' a la hora de aportar aviones y otros activos para que los mandos militares aliados pudiesen impulsar la presión militar sobre Gadafi, aunque reconoce que el nivel de participación en las operaciones es una decisión nacional.
INTERVENCIÓN EN SIRIA
Rasmussen defiende a la OTAN de las críticas de doble rasero al no intervenir en Siria, donde las fuerzas leales al presidente Bashar al Assad está reprimiendo las manifestaciones pro democracia. Las ONG aseguran que ya hay más de 1.100 muertos y 10.000 detenidos.
'La OTAN no tiene intención de intervenir en Siria. La diferencia entre Siria y Libia es que en Libia se opera con un mandato de la ONU y tiene el apoyo sólido de la región, algo que no se cumple en lo que se refiere a Siria', explica.
Sobre la muerte de Usama bin Laden, el líder de Al Qaeda que fue abatido el pasado 2 de mayo en Pakistán por fuerzas especiales estadounidenses, Rasmussen asegura que 'la mayor parte del mundo comparte la opinión de que la desaparición de Bin Laden es algo positivo'.
'Supone un golpe para el terrorismo y envía un mensaje bien claro de que el terrorismo no tiene futuro. Además, manda un mensaje a los talibán para que abandonen las armas y sus lazos con Al Qaeda y se involucren en un proceso político' en Afganistán, asegura.
Sobre la intervención en este país, el secretario general destaca avances, a pesar del aumento de los enfrentamientos, 'que deben interpretarse como parte de una estrategia para limpiar zonas amplias en el país y darles su gestión a los afganos'. Rasmussen señala que a partir de julio, la OTAN cederá el mando de varias provincias, donde residen el 25 por ciento de la población afgana. REESTRUCTURACIÓN DE LA OTAN
El secretario general explica en la entrevista que el cierre de la base de Retamares está basado en una reestructuración de la organización de la OTAN.
'Lo que estamos haciendo es racionalizar nuestra estructura de mando, reducir el número de puestos en la estructura militar en un 35 por ciento y reducir el número de cuarteles generales de once a siete', comenta.
A cambio, España acogerá uno de los dos centros combinados de operaciones aéreas (CAOC) que 'estará en el centro de las operaciones militares del futuro'. 'La reestructuración de los mandos pretende gastar menos dinero en burocracia y centrar nuestro dinero en operaciones y en la seguridad de los soldados', añade.

http://noticias.terra.es/2011/espana/0617/actualidad/rasmussen-defiende-que-la-otan-no-intervenga-en-siria-por-la-falta-de-resolucion.aspx

Estados unidos y las potencias, empantanadas en Siria y Libia



En Siria, tanto como en Libia, el objetivo clave es el petróleo y el derrocamiento de regímenes no adscriptos a la estrategia geopolítica centralizadora del eje USA-UE-Israel en Africa y en Medio Oriente. El Libia la operación de las potencias imperiales se encuentra en "punto muerto", y en Siria el régimen acorrala a sangre y fuego (al estilo de Kadafi en Libia) a los grupos instigadores de las "revueltas populares". Las potencias mantienen una línea de cautela con la operación de desestabilización en Siria, en tanto sus propios funcionarios y jefes militares admiten que la situación en Libia ingresó a un "punto muerto".





A diferencia del resto de los procesos de "protesta popular en el mundo árabe islámico" infiltrados por la CIA y las inteligencias "aliadas" en Africa, Libia y Siria se inscriben en los patrones operativos de las "revoluciones naranja" en el espacio soviético, o en los "golpes budistas" del Tibet o Birmania, o en la rebelión "reformista" para derrocar a los ayatolas en Irán, encuadrados en la nueva "guerra fría" por áreas de influencia (militar y comercial) que mantiene el eje capitalista Rusia-China con el eje capitalista USA-UE-Israel.

Tanto Libia como Siria se encuadran dentro de la operativa de grupos operativos armados instigadores que están actuando en los diversos escenarios de la "revolución árabe islámica" contra  no dóciles a las imposiciones de Washington y la Unión Europea.

En Siria, a diferencia de lo que está pasando en Libia, la CIA está operando la desestabilización del régimen montada en un enfrentamiento inter-religioso cuya evolución y objetivo apuntan a una guerra civil como la que utilizaron para dividir y controlar Irak.

Después de semanas de bombardeos, la intervención imperial en Libia cayó en un estancamiento. EEUU y las potencias dieron por hecho que podrían intervenir y derrocar al líder libio Muamar Kadafi con sus ataques aéreos ininterrumpidos, y fracasaron en su predicción..

De acuerdo con la cadena BBC las potencias deben enfrentarse a la realidad militar en el terreno. Ninguno de los dos lados está ganando. Hay temores de que el poderío aéreo de la OTAN por sí solo no resulte decisivo.

El peligro es un estancamiento que pueda durar semanas si no meses. Y esto, inevitablemente, es un problema para la OTAN, señala.

No bien iniciada la operación militar imperial contra Libia, Kadafi (al igual que los estrategas más lúcidos del Pentágono) sabía que si su régimen y su aparato militar aguantaban los bombardeos de pie durante 72 horas, las contradicciones y las divisiones internas de la alianza iban a estallar.

NI siquiera al amparo de los bombardeos de la OTAN las fuerzas rebeldes consiguieron posicionarse en las ciudades tomadas, algunas ya recuperadas por las tropas del gobierno.

En general, EEUU y las potencias de la OTAN a nivel de propuesta negociada para un alto el fuego sólo aceptan que las tropas de Kadafi se replieguen y dejen a los rebeldes ocupando las posiciones conquistadas, o sea en poder de ciudades y áreas claves de la producción petrolera.

En este marco, Kadafi intenta imponer una  negociada del conflicto mientras algunas potencias imperiales proponen como condición a un alto el fuego, dividir el crudo libio entre el régimen y los sediciosos, colocando a Libia en una virtual "balcanización petrolera".

Siria por su parte, ya ingresó de lleno en las "revueltas populares" organizadas para desestabilizar al gobierno con grupos instigadores entrenados y financiados desde el exterior.



Estancados en el bombardeo a Libia, con Kadafi todavía vivito, coleando, y exterminando a los operativos de la CIA en su territorio,ahora los cruzados del eje USA-UE-Israel van por Siria. Un "peso pesado" del "eje del mal", cuya imbricación con Irán, Gaza y Líbano, puede convertir a la nueva "revuelta popular" de la CIA en la gran mecha del polvorín de Medio Oriente.

Como sucedió en Libia, en Siria las protestas van girando lentamente hacia la "rebelión armada" mientras la prensa internacional acentúa el "rostro represivo y antidemocrático" de la administración siria conducida por Bashar al-Assad.

Pero el papel clave que Siria ocupa en la región, particularmente en el conflicto israelo-palestino, complica la ecuación imperial.

"Es como arena movediza para Estados Unidos, no es fácil encontrar una manera de avanzar de forma constructiva", dijo a la agenciaAFP Joshua Landis del Centro de Estudios sobre Medio Oriente.

Además, los miembros de la oposición no son claramente identificables, añadió. Se trata de "una serie de jóvenes activistas que manifiestan" sin la certeza de que algún día podrán gobernar el país, dijo.

El diario estadounidense The Washington Post, citando los despachos diplomáticos publicados por Wikileaks, informó que EEUU financió a grupos de opositores y a una  crítica con el régimen sirio.

EEUU, a través de la CIA y el Departamento de , financió en secreto con millones de dólares a grupos opositores sirios y proyectos antigubernamentales, incluyendo un canal de televisión por satélite, según un cable de Wikileaks citado por el periódico The Washington Post.

El canal por satélite Barada TV, con sede en Londres -según el Post- , comenzó sus emisiones en abril de 2009, y duplicó sus operaciones mediáticas para intentar cubrir las protestas contra el  sirio, Bashar al Assad, sostén, junto con Irán, de Hamás y Hezbolá en la región.




Es decir que, después de un trabajo de destrucción sistemática de la infraestructura productiva de Libia, del aparato militar y del sistema de comunicación de Kadafi, después de sembrar el terror con la muerte masiva de civiles, las tres potencias "gurcas" del sionismo, EEUU-Reino Unido-Francia, centralizadas en el comando del Pentágono, se diluyen (sólo formalmente) en la estructura de 28 miembros de la OTAN.

De
esos 28 miembros, sólo cinco se asumen como "comunidad internacional" y deciden en la ONU (órgano de aplicación de "legalidad" a las invasiones militares) la legitimidad y la justificación del despedazamiento de Libia, basado en argumentos de "misión humanitaria".

Unos días antes, la organización ya había asumido la dirección de la zona de exclusión aérea impuesta sobre Libia en virtud de lo acordado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y, previamente, había hecho lo propio con la vigilancia del embargo de armas que pesa sobre el país norteafricano a través de una misión naval en aguas del Mediterráneo.

Esto dio la justificación para que el trío criminal EEUU-Reino Unido-Francia comenzaran los bombardeos ininterrumpidos sobre la infraestructura y poblaciones civiles del país petrolero.

Hay que recordar que Libia, como lo estuvo Irak en su momento, sufre un bloqueo económico y un aislamiento internacional cuyo emergente más inmediato es un estado de potencial "catástrofe humanitaria" del pueblo libio.

No es lo mismo Egipto, Túnez, Yemen, donde la CIA, el Mossad israelí y los servicios británicos operaron (y operan) para sustituir a dictadores prosionistas gastados y en desuso, por "procesos democráticos" digitados por Washington, que Bahrein, una base estratégica de la Quinta Flota USA, donde Irán, a través de la rebelión de la mayoría chiíta intenta derrocar a la monarquía aliada de EEUU.

Ni es lo mismo Libia, donde Muamar Kadafi, un "líbero" experimentado, ex aliado inestable del eje USA-UE, que negociaba por conveniencia con el "mundo occidental", está sometido a un bombardeo permanente por parte de EEUU y las potencias europeas luego de haber abortado el intento para derrocarlo desde adentro.

Ni Siria es lo mismo que Libia. Allí gobierna un régimen chií, aliado firme del eje Rusia-China-Irán-Venezuela, y principal sostén (junto con Irán) de Hamás y Hezbolá en Gaza y en Libano.

Emparentando a Siria con el resto de las "revueltas populares" dice la BBC: "Siria comparte muchas de las condiciones que llevaron al derrocamiento de los gobiernos en Túnez y Egipto, y que subyacen en los trastornos en Libia, Yemen, Bahréin y otras naciones".

Hay un factor adicional, según la cadena: el poder se concentra en manos de la minoría alauita (una rama del Islam chiíta), a la que pertenece Al-Assad, lo que genera resentimientos entre la mayoritaria comunidad sunita.

A favor del gobierno están particularmente "su postura nacionalista" - apunta la BBC- y "la firmeza en contra de Israel y, en ocasiones, de los poderes occidentales", lo que le granjea apoyo entre la población.

Buena parte de la evolución de los acontecimientos en Siria dependerá -pronostica la cadena británica- de cómooo Al-Assad maneje la ira manifestada en los últimos días en Deraa y que potencialmente podría extenderse a otras regiones del país.

Lo que implica que en Siria, a diferencia de lo que está pasando en Libia, la CIA está operando la desestabilización del régimen montada en un enfrentamiento inter-religioso cuya evolución y objetivo apuntan a una guerra civil como la que utilizaron para dividir y controlar Irak.

Después de iniciar un proyecto de remodelación "democrática" expulsando a sus desgastados dictadores aliados en Egipto y Túnez, EEUU y la UE (utilizando como pantalla a la OTAN) fueron por el petróleo libio y por una posición estratégica en el dispositivo del control geopolítico militar en África.

La OTAN imperial solo tomó el comando de la misión una vez que había comenzado. De hecho, fue un comienzo peculiar: Dos países europeos, Francia y el Reino Unido, impulsaron la intervención junto con Washington, que asumió inicialmente el comando militar.



Posteriormente, los estadounidenses pasaron a un segundo plano y la OTAN asumió el comando. Desde entonces, sólo seis países han efectuado ataques y cinco de ellos europeos (Bélgica, Dinamarca, Francia, Noruega y Reino Unido).

Las potencias centrales ya se muestran reticentes acerca de la operación militar, algunas por sus particulares razones históricas, como Italia.

El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, señaló que a la alianza no le alcanzan ataques aéreos. Esto causó considerable frustración en París y Londres.

Y ante la operación imperial en Libia, en tres frentes, los miembros de la OTAN han mostrado contradicciones y divisiones.

La creciente unidad de África sobre el tema libio contrasta con la fragmentación y división del mundo árabe, con países aliados del eje USA-UE que instigaron a las potencias occidentales a intervenir en el conflicto libio, dispuestos a sacrificar a Kadafi en el altar de las revueltas regionales.

Cuando Kadafi resistió y pasó al contraataque, la Liga Arabe comenzó a distanciarse de Occidente, para quitarse el cartelito de “traidor a los intereses árabes”. Se estima que en algún momento el mundo árabe les pasará la cuenta a ciertos gobiernos de la región por su complicidad.

En cuanto a Siria, Obama enfrenta un "dilema terrible", señaló Thomas Lippman, del Consejo de Relaciones Exteriores (CFR por su sigla en inglés) en Washington.

"¿Elegir entre actuar ahora y apoyar a los opositores sirios, empujando a Asad un poco más hacia los brazos de los iraníes, o no hacer nada con el riesgo de ser acusado de indulgencia?", se preguntó el analista.

Lippman observó además que Estados Unidos no tiene una postura uniforme respecto a las revueltas en el mundo árabe y esas diferencias conllevan el riesgo de transmitir un mensaje confuso.

"Da la impresión de que hay dualidad de criterios", dijo, citando como ejemplo la intervención armada en Libia. "Hace sentir que no existe una de visión de conjunto, política y éticamente, y es una posición difícil de defender", consideró el analista.

Por su lado, Rusia considera que los países occidentales que forman parte de la coalición internacional que interviene militarmente en Libia actúan sin neutralidad y han tomado el lado de los rebeldes, según anunció este lunes el canciller ruso, Serguei Lavrov.

“Llama la atención el rechazo inmediato de la propuesta de paz de la Unión Africana. La postura (de la oposición libia) levanta sospechas que los países del Occidente y la OTAN, al interpretar a su modo la resolución del Consejo de Seguridad 1973, están del lado de los rebeldes”, dijo Lavrov.

El  de Asuntos Exteriores de Rusia se expresó en estos términos después de un encuentro con el presidente de Osetia del Sur, Eduard Kokoity.

Al mismo tiempo, según el canciller ruso, la política de los dirigentes occidentales que apoyan a los opositores en Oriente Próximo en su decisión de renunciar al diálogo con el poder, empujan a otros países árabes hacia nuevas guerras civiles.

http://www.taringa.net/posts/noticias/10339900/El-mundo-actualmente_-La-otan-en-Siria-y-Libia.html





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